30/11/12

El Superior de Galicia decidirá si La Voz puede justificar despidos por motivos económicos

Hay quien se cree grande porque proyecta una
sombra grande y alargada, sin caer en la cuenta
de que es un efecto del sol en el ocaso
Anteayer, en respuesta a los correos y llamadas recibidas, precisábamos que no abordaríamos la sentencia desestimatoria (favorable a la empresa) dictada por la titular del Juzgado de lo Social número 2 de A Coruña hasta que la exsecretaria de dirección que denunció despido y acoso laboral, Isolina Soli Patricio, decidiera si recurría al Tribunal Superior de Galicia.
Pues bien, anoche Soli nos confirmó que sí ha presentado recurso.
Como ya comentamos, estamos elaborando un informe para exponer nuestra posición ante la sentencia, texto que publicaremos al paso de unos días.
Podemos adelantar que el dictamen del 2 de lo Social contiene estimaciones harto "curiosas" y da por ciertas afirmaciones del director de La Voz, Xosé Luis Vilela, que faltan a la verdad, tal como demostraremos e informaremos a traves del blog y ante quien consideremos preciso.
Sentencias contradictorias 
Asimismo, se da la circunstancia de que en el caso de Soli la juez acepta las "dificultades económicas" que alegó La Voz para justificar el despido y por el contrario, casi al mismo tiempo, otro juzgado coruñés ha desestimado ese argumento para justificar el despido de A. I. C., documentalista que trabajaba en el archivo de Redacción.
Con relación a este segundo pleito, La Voz de Galicia SA ha presentado recurso contra la decisión de la titular del Juzgado de lo Social número 3.
De modo que el Superior de Galicia deberá dirimir si el Grupo Voz puede justificar los despidos alegando problemas económicos a pesar de que sigue derrochando dinero en fastos y pese a que continúa dilapidando dinero en la ruinosa VTelevisión, entre otros dispendios.
Sí hay dinero para alardear de que "no necesitamos un ERE"
Dos abogados consultados por ExVoz, que colaboran en la elaboración del informe sobre la sentencia del caso Soli, han subrayado que «resulta contradictorio que el grupo de empresas alegue graves dificultades económicas para despedir personal y, sin embargo, haya renunciado a presentar un expediente de regulación de empleo» (ERE), lo que habría abaratado considerablemente el coste del ciento de bajas que La Voz ha ejecutado para reducir plantilla.
Ademas, el ERE no solo hubiera reportado ventajas para la empresa, sino también para los trabajadores, sobre todo para los cincuentones y sesentones y especialmente para quienes estuvieran próximos a la edad reglamentaria para acogerse a una prejubilación.
La "nobiliaria" y onerosa vanidad de don Santiago 
¿Por qué La Voz renunció a presentar un ERE? Porque se negó el propietario.
¿Y por qué se negó? Esto ya es más complicado de resumir.
En todo caso, en la renuncia al ERE ha tenido mucho que ver la nobiliaria vanidad de Santiago Rey Fernández-Latorre, empeñado siempre en evitar que La Voz sea equiparada con otros medios y con las empresas  que han recurrido al ERE para reducir costes de producción.
El Grupo Voz dispone o accede a fondos para costear la vanidad de su propietario y los dispendios que ello exige, pero aduce dificultades económicas para incumplir el compromiso que selló con el comité de los trabajadores para congelar salarios y ceder el 3% de nuestros emolumentos a la empresa durante tres años a cambio de que las bajas serían como máximo 75.
Para justificar ese grave incumplimiento, hace ya varios meses que "el grupito" alegó que los ingresos por publicidad seguían a la baja y que las ventas no remontaban (al revés, siguen cayendo pese a puntuales repuntes de menor cuantía).
Dando por cierto que el vuelo de La Voz es rasante con tendencia al aterrizaje forzoso, a la vista de que la gestión se caracteriza por las improvisaciones y de que el descrédito del periódico como medio informativo ya es un cáncer, el absurdo en el que incurre el propietario es palmario, pues mantiene al frente de la empresa a quienes no solo han demostrado su impericia y su comodidad, sino que además son incapaces de adoptar iniciativas financieras, comerciales y periodísticas que frenen el declive.
La desvergüenza y la incapacidad de Santiago Rey son tan nobiliarias como su vanidad...
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ENLACE a "Os despedidos de La Voz chegan ao TSXG", en Galicia Confidencial.