21/5/12

Internet no es el principal problema, sino parte de la solución

¿Espejo o foto enmarcada?
La Voz, como todos los periódicos impresos, está obligada desde hace ya más de un decenio a rediseñar el modelo de negocio. Pero esa necesidad no se debe solo a que Internet reste compradores y lectores, sino también (entre otros motivos) a que Internet impide contar "trolas" con la esperanza de que el público las crea acríticamente y siga comprando productos que cada vez contienen más tergiversaciones, falacias, mentiras y, sobre todo, banalidades y propaganda, incluida la política que se ofrece como si fuera información de interés.
La pérdida de credibilidad y prestigio social de La Voz no se debe a la competencia de Internet en cuanto a audiencia, como a veces argumenta "el grupito", sino que se debe básicamente a que Internet y la mayor y mejor difusión de la información ridiculiza la oferta de La Voz e ilumina sus torpezas.
La competencia de Internet por si sola tampoco explica la pérdida de compradores y lectores, y la  caída de las ventas tampoco se explica solo con asientos contables y con estudios demoscópicos que ni siquiera rozan lo esencial del asunto.
Los miembros de "el grupito" están convencidos de que solo es real lo que ellos deciden que lo sea y que solo es importante lo que ellos estiman importante... En parte debido a esa tara, acometen el rediseño del negocio como si fuera un trabajo de interiorismo y con criterios de hace diez o quince años.
Lo que ocurre, resumiendo, es que "el grupito" carece de conocimientos, de la voluntad profesional necesaria, ¡ni siquiera sabe copiar lo que ya se ha ensayado con éxito!, y  para redondear despacha a los que saben de Internet y entienden los significados y condicionantes de la Red (caso de Francesc Pumarola, ex número uno de lavozdegalicia.es).
El bis del papel con cuatro tiendas...
Prueba de todo ello es cómo funciona y qué ofrece la web, que no sólo es poco más que un insulso bis del papel, sino que para más inri ni siquiera ofrece sustancia que enriquezca la oferta y la haga suficientemente apetecible como para pagar por ella. Es más, los responsables de ese desastre parecen convencidos de que los internautas entran en la web de un periódico en busca de entretenimiento, vanalidades y chiquilladas, ¡como si en la Red no hubiera miles de ofertas de ocio!, las hay para todos los gustos, edades, sensiblidades, aficiones, inteligencias...
 ¿Acaso "el grupito" se ha propuesto inventar una web-periódico que compita con las miles de ofertas existentes en la Red dedicadas a pasatiempos, noticias de la jet, trivialidades, vídeos simpáticos o impactantes, juegos, clubes deportivos, viajes, moda, gastronomía, etcétera, etcétera... Por cierto, en la Red también se venden sartenes, pashminas, cuchillos y pisos baratos...
lavozdegalicia.es, un cajón de-sastre
El tiempo corre y La Voz entrará con insalvable retraso en la era de los periódicos impresos que van mucho más allá de la información diaria y que venderán menos, cierto, pero que pueden ser rentables y, sobre todo, generar sinergias con una web adecuada.
Para colmo, "el grupito" obvia la necesidad de crear una web-periódico que ponga en valor la hemeroteca, que sirva datos, infografías y textos elaborados por periodistas que sepan narrar, por especialistas en parcelas concretas del saber (científicos, juristas, sociólogos, ingenieros, demógrafos, economistas…), y que incluya enlaces al mundo, también a otras fuentes, a bancos datos y a servicios culturales...
La Voz de las sartenes y de los cuchillos no tiene futuro.
La web debe generar intercambios y conversaciones racionales y satisfactorias (¡ya está bien de recopilar comentarios casi siempre carentes de interés en los que a cada día que pasa aumentan las simplezas, las pugnas personales, los rifirrafes, las campañas contra alguien, babosadas, injurias e insultos mal disimulados!)
Una web-periódico jamás será rentable ofreciendo solo inmediateces ("en tal lugar mueren los dos ocupantes de un coche…", "el pleno del consistorio ha decidido gastar 25.000 euros en...)
¿Es posible que "el grupito" crea que decenas de miles de compradores de información se comprarán e irán a cuestas con el iPad, el iPof o el iPut y además pagarán el abono a una línea telemática, más la suscripción a una web para enterarse al instante de naderías? Sí, ¡claro que hay gente friki o esnob que lo hace!, pero ahí no está el futuro de un e-periódico.